Pocas cosas unen y a la vez diferencian tanto a los diferentes rincones de España como la Semana Santa. Para un observador imparcial, muchas celebraciones y tradiciones se pueden parecer, pero para los que las viven de cerca, cada una es única y muy especial. Y es cierto: no hay dos semanas santas iguales y poco tienen que ver unas con otras. En Asturias, donde las viejas tradiciones prerromanas se mezclan con las católicas, se disfruta de una Semana Santa muy diferente, llena de belleza, primavera y sabor. En este post, recogemos los 10 secretos que debes descubrir para disfrutar de la Semana Santa en Asturias.
1 – Avilés. Quizá sea Avilés, en la costa central de Asturias, la localidad con una Semana Santa más amplia, llamativa y tradicional. Avilés es una villa de origen medieval y eso ha marcado fuertemente su carácter y sus tradiciones. En Avilés, los amantes de las procesiones pueden disfrutar de la salida de más de una docena de salidas de pasos pertenecientes a nueve cofradías que reúnen a más de un millar de cofrades. Y las celebraciones no acaban el domingo de Resurrección: inmediatamente después, llega la Fiesta del Bollo, declarada de Interés Turístico Nacional. Se trata de un festejo que nace en el siglo XIX y que se organiza en torno a un dulce típico, un bizcocho con forma de trébol de cuatro hojas denominado ‘bollo’. La fiesta empieza con un desfile de carrozas el mismo domingo de Pascua y culmina con una gran comida de hermandad al día siguiente: más de 4.000 metros de mesas y 12.000 comensales.
Para vivir la Semana Santa avilesina, puedes alojarte en La Casa de la Paca, en Casa de la Veiga o en Palacio de la Viñona.
2 – Luarca. Una de las semanas santas más bellas y desconocidas es la de Luarca, una hermosa villa marinera situada en el occidente de Asturias. Los ritos de la Semana Santa en Luarca se remontan al siglo XVII y tienen su culminación en la procesión del Nazareno, que sale de la capilla de la Atalaya, el mismo lugar desde el que en siglos pasados los pescadores de la localidad oteaban las ballenas para salir en su búsqueda. La emocionante bajada del Nazareno desde la altura de la Atalaya al centro de Luarca, cada Martes Santo, es un momento mágico con el mar Cantábrico como testigo.
Para acercarte a la Semana Santa de Luarca, puedes alojarte en la Casa Roja, la Torre de Villademoros, Villa La Argetina o 3 Cabos.
3 – Gijón. La ciudad de Gijón, con sus románticas playas urbanas y su continua animación, también disfruta de una Semana Santa con gran prestigio. Al igual que Avilés, ofrece una interesante serie de procesiones, entre las que destacan el Santo Entierro, que sale el Viernes Santo, y la de la Soledad de María, que procesiona el Sábado Santo. Además, Gijón complementa la Semana Santa con una amplia oferta gastronómica, cultural y de ocio que la consolidan como de las propuestas más importantes del norte de España.
Visita la Semana Santa de Gijón alojándote en Quinta Duro o la Casona de Cefontes.
Llueva, nieve o sople el viento, ahí está la #Fumaza de #Besullo #CangasdelNarcea #Asturias pic.twitter.com/pEAJmp1DJM
— ocnalBdivaD (@ocnalBdivaD) 26 de marzo de 2016
4 – Besullo. Esta pequeña localidad se esconde en las montañas del concejo de Cangas del Narcea, en el occidente de Asturias. Allí, desde tiempo inmemorial, se celebra la ‘Fumaza’, una sorprendente tradición de Semana Santa que fusiona elementos paganos y cristianos. Tiene lugar el Sábado Santo y consiste en una enorme hoguera en la que, tras la bendición del párroco, todos los lugareños encienden una vela. Después, la fiesta continúa con cantos y jolgorio, justo al revés que la mayoría de los pueblos de España, que dedican ese Sábado Santo al luto.
Si quieres descubrir la Fumaza de Besuyo, puedes alojarte en el Palacio Álvaro Flórez-Estrada, que también te permitirá acercarte fácilmente al Parque Natural de Somiedo.
5 – Villaviciosa. Situada muy cerca de Gijón y de Oviedo, en una ría de hermosos paisajes, Villaviciosa es bien conocida por sus sidras y por una Semana Santa que se remonta al siglo XVII. Destacan las procesiones de El Encuentro y el Descendimiento de la Cruz o Desenclavo, que son verdaderos autos sacramentales y sorprenden por su enorme fuerza dramática. Además, en Villaviciosa se puede visitar el Museo de la Semana Santa, un sorprendente centro que recoge lo mejor de estas tradiciones y que fue impulsado por la Cofradía de Jesús Nazareno, una de las más antiguas del norte de España, que tiene sus orígenes en 1668.
Si quieres conocer la Semana Santa de Villaviciosa, te recomendamos hospedarte en la Casona de Tresali, en La Corte de Lugás, en Casa Eutimio, en La Figar, en Palacio de Cutre, o en La Casona del Viajante.
6 – Ribadesella. Próxima a Villaviciosa, en dirección a Cantabria, aparece Ribadesella, una villa marinera que se extiende en torno a la desembocadura del río Sella. Allí, uno de los actos más simbólicos es la Bendición de los Ramos, el Domingo de Ramos. Pero también sobresale un acto menos religioso: la fascinante Carrera de Caballos y Carros del País que se celebra en la Playa de Santa Marina los Viernes y Sábados Santos, cuando la marea está baja. Solo por ver a los caballos corriendo frente a las olas del Cantábrico, ya merece la pena ir a Ribadesella.
Para vivir de cerca la Semana Santa de Ribadesella, puedes alojarte en El Carmen, la Posada del Valle, La Raposera o Sucuevas.
7 – Piantón. Piantón es una localidad situada muy cerca de Vegadeo, en el límite de Asturias con Galicia. En este pueblo se celebra una de las semanas santas más antiguas de la comarca occidental y destaca por la procesión de la Soledad, en la noche de Jueves Santo, y por el Encuentro, una solemne procesión que lleva a que se encuentren la Dolorosa con Jesús camino del Calvario. Esta última marcha tiene lugar el Sábado Santo y es de las pocas de la región que cuenta con figuras articuladas. El Domingo de Resurrección termina con una tradición muy antigua: el bandeo de pendones, la lucha entre un pendón negro y otro blanco que simbolizan la vida y la muerte.
La mejor forma de conocer la Semana Santa de Piantón es alojándose en Caya Peleyón, Hotel Casa de Castro, Pleamar, Hacienda Llamabúa o, más al sur, La Rectoral o la Casona Cantiga del Agüeira.
8 – Llanes. En la zona oriental de Asturias destaca la Semana Santa de Llanes, una localidad de indudable acento turístico. Allí, el visitante debe tener en cuenta procesiones como la del Santo Encuentro o el Vía Crucis del Viernes Santo.
Para acercarse a la Semana Santa de Llanes, puedes alojarte en el Arpa de Hierba, El Molino de Tresgrandas, La Posada de Babel, La Arquera, la Casona de Alevia o la Quinta de Villanueva.
9 – Las alfiladas. En la variada gastronomía asturiana, la Semana Santa también tiene un lugar destacado. Uno de sus elementos más relevantes es la alfilada, un delicioso bizcocho hecho con harina, huevos, leche, mantequilla y anís. Es muy habitual del Occidente de Asturias y es un regalo típico en estas fiestas.
Para probar las alfiladas, puedes alojarte en cualquiera de las Casonas Asturianas del Occidente de Asturias.
10 – Los Huevos Pintos de Pola de Siero. Muy cerca de Oviedo, la localidad de Pola de Siero celebra una sorprendente fiesta justo después de la Semana Santa: los Huevos Pintos. Tiene lugar el martes después del Domingo de Pascua y se centra en el intercambio de huevos decorados con todo tipo de motivos. Es la variante asturiana de los huevos de Pascua y se acompaña de grandes fiestas y ríos de sidra.
Si te apetece conocer la Fiesta de los Huevos Pintos, puedes alojarte en el Palacio de la Viñona, La Quintana de Valdés o Cenera.
Cualquier rincón de Asturias es un destino perfecto para disfrutar de las tradiciones de una Semana Santa diferente y, además, vivir a fondo una comunidad llena de naturaleza, historia, gastronomía y diversión.
Si buscas hoteles en Asturias para descubrir esta Semana Santa, déjate seducir por los espectaculares hoteles rurales de Casonas Asturianas.