Las habitaciones
Todas diferentes, distribuidas en tres plantas, siendo las de arriba abuhardilladas.
La decoración se ha llevado a cabo de manera emotiva y estética, con ánimo artesano, mimando los detalles, recreándose en la memoria y el deleite de los sentidos. Cada rincón transmite un significado, recobra una utilidad, atesora un objeto apropiado. Así la planta baja, junto a la recepción, es una muestra de instrumentos cotidianos de los padres de Marilupe: cestos de castaño, hechos por el padre, el banco de trabajo, los cepillos, hachas… Y las cortinas y puntillas de ganchillo materno, adornando ventanas, mesitas y lámparas. No resulta fácil describir las habitaciones, fragantes y personales, amplias y cómodas, santiguadas por el confort que proporcionan sus modernas camas de latex, mantas de pura lana virgen, y lencería de alta calidad. En definitiva un deleite para los sentidos.

Qué ver y qué hacer
Alevia, coqueto rincón de Asturias, a donde se llega siguiendo una tortuosa y estrecha carretera, a tres kilómetros de Panes, es una aldea con especial encanto, fiel exponente de la arquitectura tradicional e indiana y estratégico emplazamiento que proporcionan unas impresionantes vistas de Picos de Europa y Valle del Cares -Deva con el desfiladero de La Hermida.
La ruta del Pico el Paisanu le permitirá disfrutar de la indescriptible panorámica que auna el mar Cantábrico, el macizo de Picos de Europa (Naranjo de Bulnes) y el Valle del Cares 
Descensos del río Cares-Deva, paseos a caballo, quads, entre otras, son actividades que pueden organizarse desde el hotel.